miércoles, 24 de junio de 2020

ACTIVIDADES 2020 - Cuarentena

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lunes, 4 de mayo de 2020

CRONOGRAMA CLASES MAYO SEMANA DEL 18 al 29



                   
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jueves, 30 de abril de 2020

Conmemoración del Día del trabajador


El profesor Iván Tullisi comparte con nosotros esta publicación

1° de mayo Día del Trabajador

Ilustración del día que estalló la bomba en Chicago, que condenó a la horca a los Mártires de Chicago.

Se celebra el Día Internacional del Trabajador en todo el mundo, en homenaje a todos los hombres
y mujeres que cumplen con una esencial norma de vida, con anónimo esfuerzo, en las distintas
actividades, logrando con su labor cotidiana, fortalecer el espíritu, forjar el carácter, y sentirse digno

ante la familia y la sociedad en la que se inserta. 

El 1º de Mayo de 1886, un grupo de obreros estadounidenses de la ciudad de Chicago en Estados

Unidos, se movilizó en reclamo de reivindicaciones laborales. La protesta, llevada a cabo inicialmente
por 80.000 trabajadores, pronto desembocó en una huelga nacional que afectó a numerosas fábricas.
La fuerza demostrada por los obreros en su reclamo marcó un antes y después en la historia laboral,
instaurándose aquella fecha como el “Día del trabajador”. 
Un 1° de Mayo de 1886 se concretaba una huelga en la mayoría de los estados norteamericanos;
su principal demanda era la JORNADA LABORAL DE 8 HS., por la que venían batallando desde 1829 en
EEUU; en varios países capitalistas se había logrado algún tipo de legislación favorable pero en los
hechos ésta no se aplicaba. 
El conflicto, que ganó las calles en las principales ciudades industriales con la consigna «ocho horas
para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa», se extendió durante tres días;
el tercer día la policía disparó a quemarropa sobre una manifestación produciendo seis muertos y
varias decenas de heridos. Frente a este hecho, las revueltas se multiplicaban y un policía fue
asesinado; el cuarto día se declaró el Estado de Sitio y se encarceló a  centenares de trabajadores,
que fueron golpeados y torturados, acusados de haber asesinado al policía.
La campaña de la prensa por culpabilizar a ocho trabajadores dirigentes de las luchas de Chicago,
surtió efecto: en Junio se hizo una farsa de juicio con irregularidades aberrantes y se los declaró
culpables. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a morir en la horca.
Prisión
  • Samuel Fielden, inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil, condenado a cadena perpetua.

  • Oscar Neebe, estadounidense, 36 años, vendedor, condenado a 15 años de trabajos forzados.

  • Michael Schwab, alemán, 33 años, tipógrafo, condenado a cadena perpetua.

Muerte en la horca:
  • Georg Engel, alemán, 50 años, tipógrafo.

  • Adolf Fischer, alemán, 30 años, periodista.

  • Albert Parsons, estadounidense, 39 años, periodista, aunque se probó que no estuvo presente en

  • el lugar, se entregó para estar con sus compañeros y fue juzgado y condenado igualmente.
  • August Vincent Theodore Spies, alemán, 31 años, periodista.

  • Louis Lingg, alemán, 22 años, carpintero; para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda.

El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de los cuatro primeros.
En 1889, tres años después de la “Masacre de Chicago”, una organización de trabajadores de muchos
países, la Segunda Internacional, declaró al 1° de Mayo como el “Día Internacional de los Trabajadores
”, reivindicándolo como una jornada de lucha. Los trabajadores reconocían que sus luchas y sus causas
eran las mismas.
Hoy tenemos medios de comunicación masivos, los mensajes electrónicos son inmediatos y
económicos, los sindicatos son gigantescos, los medios de transporte son veloces, las nuevas
tecnologías permitirían producir todo lo necesario para que la humanidad satisfaga sus necesidades,
al, abrigo, viviendas...
Entonces, ¿qué sucede para que algunas reivindicaciones de aquella época sigan vigentes?
¿Qué sucede con las y los trabajadores hoy? 
En este contexto de pandemia universal y generalizada, ¿cómo conmemoramos este 1° de mayo?
Cuando se busca recortar sueldos o pagar el salario en cuotas a trabajadores tanto en el ámbito
público como en el privado, cuando se incentivan las suspensiones y empresarios y dirigentes
gremiales pactan rebajas salariales para impedir los despidos. 
¿Qué papel juega el trabajo en la sociedad?
El empleo es un elemento esencial para el sostenimiento y desarrollo de cualquier sociedad.
En términos globales, porque es la base de la economía productiva y, como tal, un factor básico


para el crecimiento y funcionamiento económico. Pero el empleo funciona también como factor

de cohesión y justicia social, posibilitando la participación de las personas, la distribución de la
riqueza, la garantía de los derechos…
Además, a nivel individual, el empleo actúa como elemento de integración social, permite la mejora
de los estándares de vida, de bienestar personal y social y, en definitiva, permite a las personas llevar
una vida más digna. Lógicamente estamos hablando siempre de los empleos que cumplen los
mínimos estándares de calidad.
En este marco ¿qué significa socialmente el desempleo?
El desempleo es una situación anómala, fuera de lo deseable. Si el empleo es un factor de inclusión
e integración de las personas dentro de la sociedad de la que forman parte, el desempleo es lo
contrario, un factor de desintegración. Al quedar al margen de la estructura productiva, las personas
desempleadas se alejan simbólica y fácticamente del sistema global de sus sociedades, de la

participación y la garantía de los derechos que se articulan en torno al empleo.
Una persona desempleada recibe, en el mejor de los casos, una remuneración limitada, escasa por

lo general. Esto restringe sus capacidades personales de desarrollo, y a menudo también las familiares.

El desempleo, a su vez, aleja a las personas de otras posibilidades de participación social y de
oportunidades de socialización, por no contar con los medios suficientes para poder participar
activamente en la dinámica social. 
El desempleo, por tanto, expone a las personas a una situación de vulnerabilidad ante la exclusión
social. Hay una cuestión de status y reconocimiento e interacción asociado al empleo.
¿Qué peso tiene el desempleo en la situación de la población en dificultad social?
Aunque el empleo no es la única vía de integración social de las personas, sí es la fundamental en
términos de participación y normalización. A través del empleo, los derechos formales se convierten
en derechos fácticos; pensemos, por ejemplo, en el derecho a una vivienda digna y qué complicado
es alcanzarlo sin tener empleo.

Los colectivos de personas con dificultades de acceso al empleo o tienen bajos niveles de
cualificación, o son víctimas de prácticas discriminatorias como consecuencia de su origen étnico,
racial, sus condiciones físicas u otras causas. En todos estos grupos, los niveles de desempleo son
sensiblemente mayores que en el resto de la población. Además, sus empleos, en caso de poseerlos,
son más precarios e inestables, a lo que hay que sumar que son especialmente vulnerables ante
situaciones de crisis o recesión económica como la actual.